Construida en 1806, la Casa Coiner-Quesenbery, una de las pocas estructuras tempranas que quedan en la ciudad de Waynesboro, se cree que fue la primera vivienda de ladrillo de la ciudad. El propietario original de esta casa federal fue Casper Coiner, quien era de origen alemán de Pensilvania. Con su elegante cornisa georgiana, la residencia de Coiner es un representante inusualmente sofisticado de las casas que se encuentran en las aldeas lineales del valle de Shenandoah. Siguiendo la práctica de las comunidades densamente asentadas, particularmente en Filadelfia, los colonos del Valle colocaron sus casas en los frentes de sus lotes, dando a sus aldeas un carácter urbano. La Casa Coiner-Quesenbery originalmente tenía una entrada central, pero una alteración de 1832 le dio un plan de paso lateral más convencional. Ubicada en el distrito histórico del centro de Waynesboro, la casa fue restaurada a su apariencia de mediados del siglo19en 1972 por la familia Quesenbery, que había sido propietaria de la casa durante muchos años.